Tenemos que unirnos para que los causantes de la muerte de Patricia, Almudena y futuras victimas de atropellos tengan una condena ejemplar.

sábado, 11 de junio de 2011

"No sé si para defender a un cliente se puede jugar con el dolor de una familia"

Los padres de Almudena González Domingo lamentan el daño que el recurso del autor del atropello le hace al honor de su hija · "Si el conductor hubiera sido tan responsable como ella no habría pasado nada"


Rosa María Domingo y José Manuel González habían decidido no hacer ninguna declaración pública desde la muerte de su hija, Almudena González Domingo, atropellada por un conductor ebrio y sin carné en el Paseo de Colón el Sábado Santo de 2010 junto a su amiga Patricia Alfaro Hervada. Ahora, catorce meses después, rompen su silencio. Lo hacen indignados por el recurso que ha presentado el autor del atropello, Fernando Vargas, condenado a seis años y medio de cárcel por el doble homicidio. 


En su escrito de alegación, el abogado de Vargas expone que Almudena había ingerido bebidas alcohólicas y que invitó a sus amigas a que cruzaran sin esperar el semáforo en verde para ellas porque hacía frío, por lo que salió corriendo seguida inmediatamente por Patricia mientras que una tercera amiga se quedaba rezagada esperando el semáforo. El recurso cita a dos testigos que no fueron presentados durante el juicio y cuya versión es completamente distinta a la de las otras seis personas que testificaron. 

"Mi hija era abogada. Por eso sé que para defender a un cliente está permitido todo, pero me pregunto hasta qué punto se permite seguir jugando con el dolor de una familia", se pregunta la madre de Almudena. Conocer por la prensa este recurso ha supuesto un duro golpe para la familia, que considera que en esta ocasión se ha manchado el honor de su hija. Para limpiar su nombre se prestan a esta entrevista. 

Para empezar, la familia quiere desmontar la tesis de que Almudena fuera ebria esa noche. La tasa de alcoholemia en sangre que figura en el informe toxicológico de la autopsia de Almudena es de 0,39 miligramos de alcohol. Teniendo en cuenta que lo máximo permitido por ley para conducir es 0,50 en sangre (0,25 por litro de aire espirado), Almudena podría incluso haber conducido un vehículo sin dar positivo en un control. Todo lo contrario al autor del atropello, quien sí dio positivo. 

"Se tomó una copa de vino cenando. Cenaron en la Alameda porque Patricia y Mauro -el novio de la otra víctima del atropello- se iban a Madrid a primera hora del día siguiente. Y ella, viviendo en Mairena del Aljarafe y teniendo vehículo, decidió bajar a Sevilla en transporte público por si se terciaba tomar una copa. Almudena era una persona muy responsable. Era una consumada conductora, tenía el carné desde 2001 y nunca jamás había dado positivo por alcohol. Ciudadanas más responsables que mi hija hay pocas. Si Fernando Vargas hubiera sido igual de responsable que ella hoy no tendríamos que estar hablando de nada de esto". 

Los padres de la joven fallecida también niegan que el semáforo estuviera en rojo cuando las chicas cruzaron. "Eso está probado, juzgado y condenado. En la versión que más le favorece a él, tendría que haber ido a 128 kilómetros por hora para saltarse un semáforo en rojo y dos en ámbar", apunta José Antonio González, tío político de Almudena y portavoz de la familia. "Los testigos coinciden todos en eso y un dato que avala que se saltó en semáforo en rojo es que sólo estaban el coche de Fernando Vargas y el de un taxista que le incitaba a pararse. Si el semáforo hubiera estado abierto habría más coches circulando", indica la madre. 

"De todo esto lo que queremos dejar muy claro es que nuestra hija no cometió ninguna infracción en ningún momento. Nuestra hija no iba borracha, ni incitó a las amigas a que la siguiesen. Por suerte ahí está una superviviente, que se salvó porque se iba abrochando una chaqueta y todavía se despierta pensando que le pasa el aire del coche por delante". 

Para los padres de Almudena, la condena de seis años y medio es absurda. "Sobre todo no entendemos por qué no le incluyen la omisión de socorro. El mecánico de la Policía, un señor con más de 30 años de experiencia, dejó claro que el coche se paró únicamente porque se rompió el manguito que alimenta el gasoil. En el atestado se recoge que no hay ninguna señal de frenado y todos los testigos que declaran coinciden en que ninguno vio luces de frenado". 

Esta condena "absurda" les ha llevado a pensar que en España la Justicia se aplica, "pero fallan las leyes". Sobre la necesidad de incrementar los controles de alcoholemia, consideran que quizás haría falta que las condenas fueran ejemplares. En 2010 cuatro personas murieron atropelladas por conductores ebrios en Sevilla. "La primera sentencia es la nuestra. ¿Qué pueden esperar las demás familias?". 

La familia no ha recibido ni una muestra de condolencia ni de Fernando Vargas ni de Adrián del Nido, hijo del presidente del Sevilla, que acompañaba a Fernando en el coche. Del juicio les queda el dolor de encontrarse de frente con el "asesino" de su hija y de ver cómo la madre de éste le daba un abrazo. "A escasos metros de mí y de la madre de Patricia. ¿Nosotros qué podemos abrazar? ¿Una lápida en el cementerio?"




http://www.diariodesevilla.es/article/sevilla/996995/no/se/si/para/defender/cliente/se/puede/jugar/con/dolor/una/familia.html

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